marzo 25, 2006

Mentiras, tergiversaciones y triunfos de Íker Jiménez

Actualización, 28 de marzo a las 2:40 A.M.: las piezas que faltan de este rompecabezas fantasmoidal las muestra Lois López Vilas en su blog. ¿Que el libro Camposanto no tiene nada que ver con las niñas fantasma? ¿Que Íker nunca avaló el fenómeno? ¿Que a Guillermo León Jiménez "no se le va una"? Escúchelo en la voz de los protagonistas y termine de enterarse de cómo se desveló este fraude obligando a Íker Jiménez a rendirse con el trabajo de escépticos y creyentes honrados y comprometidos, ahí sí, con la verdad.
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Si usted, por no estar en España, no está familiarizados con el caso de las fantasmas de Ávila y los procedimientos del amarillismo redituable conocido del tal Íker Jiménez Elizari and Company, suplico su paciencia, porque lo que está a debate aquí es el engaño que un autoproclamado "investigador del misterio" comete contra su público con apoyo de sus jefes, mintiéndole a los que le creen, a los que lo apoyan, a los que le dan de comer... ¡y comer bien!

Ojo, que hay personas que amasan gordas fortunas honradamente, actuando con ética y vendiendo productos o servicios útiles y beneficiosos para su público, y lo aplaudimos. El problema no es cuánto dinero se embolsa Jiménez, sino el hecho de que, así fuera un céntimo de euro partido por la mitad, es producto de la mentira y de un desprecio por su público que raya en el insulto, aunque en las emisiones les haga la pelota o la barba melosamente, o los lambisconee con adjetivos tan poco sinceros como sus "investigaciones".

Resumir algunos elementos de este caso en contexto es hablar sobre la responsabilidad que tienen o no el comunicador y el medio ante el público que, supone uno, merece su respeto. Y a quien esto escribe, formado en el nuevo periodismo comprometido con la honradez, le encabrona soberanamente que un simulador tenga la osadía de ensuciar así la imagen del periodismo que realmente se la juega para llevar información contrastada a la ciudadanía. Si Íker Jiménez es periodista, sin duda que otro nombre distinto merecen José Couso, Ryszard Kapuscinski, Julius Fucik, Jacobo Timerman, Amira Hass y otros muchos.

Por eso, no puedo dejar de anotar las mentiras, las tergiversaciones e incluso los triunfos de este peculiar especimen.

El megadescubrimiento de Íker Jiménez de lo que todos ya sabíamos (que las fotos fantasmagóricas de los fantasmones "García Peña" de Navalperal de Pinares son más falsas que un rublo con la cara de J.J. Benítez) se lanza ahora al mercado anunciada como una "muestra" de la "honradez periodística" de este habitante del mundo del ocultismo interesado.

Suponemos que es un fallido intento por hacer humorismo.

Las mentiras


Jiménez recibió las fotos en septiembre 20 de 2004, y las guardó a la espera del momento mercadológicamente conveniente. Por fin, el 21 de mayo de 2005, dijo en su sitio de comercio electrónico ikerjimenez.com:
La fotografía de "las niñas" ha causado gran asombro a los profesionales de la informática y la fotografía que las han estudiado. Si bien en un principio todos, por lógica, pensamos en un fraude o en algún tipo de ilusión gráfica a lo largo de este año los detalles observados en el lugar y el estudio exhaustivo de éstas tomas, nos demuestran que estamos- a un 99 % de posibilidades de admitir- que eso efectivamente estaba allí.

Olvídese usted de la pésima gramática y la desaseada redacción (que habrían sido motivo de suspensión y colleja [o soplamocos, o llegue] con el diccionario de María Moliner en mi taller de géneros periodísticos) y concéntrese en lo esencial: Íker invoca a "profesionales de la informática y la fotografía" que supuestamente han estudiado las fotos, y eso "informa" a su público.

La verdad es que nadie, salvo los expertos a sueldo de Íker y su banda, "estudió" las fotos, ni exhaustivamente ni en modo alguno. Primero, los hoy despedidos José Manuel Bautista y Rafael Cabello, no se atrevieron a convalidar el despropósito (y mire que habían convalidado ya varias tonterías), por lo que cambió de experto, designando como tal a Guillermo León, quien obedientemente dijo que las fotos eran genuinísimas (ése es el Guillermo León del que Carmen Porter y el señor de Porter repiten cada domingo que "no se le va una", y es cierto, no se le va una, porque se le van todas por el simple hecho de que no es ni experto en informática ni experto en fotografía, ni otra cosa además de programador de páginas Web y webmaster, y, dicen algunos quizá malintencionadamente, eficaz falsificador de psicofonías).

Absolutamente nadie estudió las fotos, y absolutamente a nadie le dio Jiménez las fotografías tal cual se las envió Isabel García Peña "para su estudio". A cambio, ofrecía las versiones reducidísimas y comprimidas que aparecen en su sitio de comercio.

Yo le envié un correo a Jiménez solicitándolas el mismo 20 de diciembre, y sigo esperando. Me da igual que ahora admita que son fraudulentas, que jure que lo engañaron a él, pobre buen hombre. Dijo que las ponía a disposición de todos y dijo que el asunto se hacía con luz y taquígrafos, así que insisto en solicitar esas fotos, tal como las recibió, para cotejarlas con las que me hicieron llegar mis fuentes. He reenviado el correo en cuestión hace unos minutos, pues.

El comienzo de esta historia es, entonces, un engaño de Íker contra su público, fingiendo que lleva "información" de "cosas misteriosas" cuando, fuera de su fértil y conveniente fantasía, no hubo ni profesionales ni estudios desde septiembre de 2004 hasta enero de 2006. Pero como el locutor es famoso, el fantasioso relato no fue criticado por sus seguidores, que se limitaron a jadear impresionadÍsimos, creyendo que Jiménez llamó a expertos de verdad para conocer los hechos en lugar de hacer otra chapuza más.

Fue a principios de enero de 2006 cuando Íker Jiménez súbitamente acudió a dos verdaderos peritos informáticos, Javier Pagés y Eugenio Picón, para que analizaran la foto del niño mal pegado y la foto "con niñas" única y exclusivamente, escamoteándoles los archivos de la foto "sin niñas" que les hubiera dado a ambos la clave del engaño. Cuando se les enviaron las fotografías "sin niñas" a los peritos, Javier Pagés, en comunicación con Luis Alfonso Gámez, reaccionó con poca sorpresa, mientras que Eugenio Picón, con quien hablé yo en dos ocasiones, me escribió diciendo que no quería tener más que ver con el asunto, probablemente preocupado porque su prestigio como perito se viera perjudicado por su asociación con la parodia de periodismo que practica Jiménez en varios medios. Más detalles sobre este capítulo en el blog Magonia de Luis Alfonso Gámez.

Algunos malintencionados dicen que esta consulta súbita y urgente se debió, al menos en una pequeñísima parte, al somero estudio que un servidor realizó sobre las fotos, publicado aquí el 20 de diciembre de 2005, aunque según otros lo que le pareció totalmente paranormal a Jiménez fue que este bloggero, que no es nadie, averiguara cuál era el misterioso pueblecito de Ávila donde se habían tomado las fotos, le cayó teleplásticamente mal que yo me tomara una foto en el camposanto que él creía usufructar en exclusiva, y le pareció del recarajo ectoplásmico que fuera a preguntarle al alcalde sobre la visión de la gente del pueblo.

Los dos peritos declararon en Cuarto milenio que las fotos que sÍ les dieron habÍan sido manipuladas con PhotoShop, no pudiendo dar más datos porque, como dijeron clara y sinceramente, no son expertos en fotografÍa digital.

Igualmente, Íker se trasladó a "investigar" a Navalperal, lo que, según dicen quienes lo vieron, se limitó a una visita de unas tres horas para que lo videograbaran en el lugar de los supuestos hechos y luego a Madrid, a casita.

(Yo tampoco estuve en Navalperal de Pinares más de tres horas, pero yo no afirmo que fui a "investigar" nada. Sólo quería ver el camposanto, tomarle unas fotos y hablar en persona con el alcalde, cosa que logré durante cuando mucho quince minutos en su carnicería. Mi investigación real fue la fotográfica, pero los paranormaleros no se impresionan con los datos, lo que les emociona es que la gente vaya y "esté allí", en ese preciso lugar donde ya sabemos que no pasó nada, de modo que nuestra presencia no le da ni le quita nada al asunto. A los misteriólogos eso del turismo les gusta cantidad, tanto que a los que no viajan al lugar de los supuestos hechos [digamos, a Stephen Hawking, Albert Einstein o Max Planck] suponen que los insultan al llamarlos investigadores de sillón.)

Pero seguramente fue otra cosa la que movió a Íker, a saber cuál.

Las tergiversaciones


En el programa en cuestión, cuando sus propios expertos (los expertos que él contrató finalmente) lo ponían en duda, Íker Jiménez fingía que la Policía Judicial de la propia Guardia Civil había hecho un peritaje más bien favorable a la veracidad de la foto, para lo cual con un desaseo periodístico que, en cualquier medio que se preciara de ser mínimamente serio, le representaría al periodista el despido fulminante, hizo pasar rápidamente por pantalla una carta en negativo en la cual apenas se apreciaba el escudo de la benemérita. (Misma carta que en superminiatura y en negativo reproduce en su sitio de comercio electrónico.)

La verdadera historia del feo asunto en el que Jiménez mintió redondamente sobre la participación de la Guardia Civil la ofrece Luis Alfonso Gámez en su entrada respectiva en Magonia, con la correspondiente transcripción de la carta que Jiménez trató de pasar falsamente como "peritaje de la policía científica" o cosa similar.

Así, Íker Jiménez Elizari le mintió a su público cuando su sitio Web de comercio electrónico afirmó:
Tras un largo año de trabajo e investigación, el pasado domingo 22 de Enero en el programa "Cuarto Milenio" se dieron a conocer las primeras conclusiones de expertos de la policía científica, peritos informáticos y forenses.

El "largo año" fue de veinte días para los peritos. La policía científica no concluyó absolutamente nada porque nada analizó.

Luego vino lo ya reseñado: alguien encontró la foto de las niñas usada para el injerto y lo dijo públicamente, algunas personas quisieron conseguir la foto que encontró esa persona e Íker, a punto de verse descubierto, optó por la huida hacia adelante, para presentarse no como el convalidador de una mentira tan obvia que hasta Bautista y Cabello la vieron, sino como una pobre víctima de una megaconspiración que no atina a entender, y publicó la foto que obtuvo de alguna forma que no nos dice... es que así es esto del misterio.

¿Por qué hicieron ese fotomontaje Isabel García Peña y su familia?, se pregunta Íker.

La respuesta ya la dimos aquí en diciembre: los miembros de la familia, dicen personas que los conocen y que han estado en comunicación conmigo, son grandes admiradores de Jiménez, de modo que se les ocurrió seguir las sugerencias del locutor y hacer unas fotos y unas psicofonías en el camposanto para llamar la atención del gran periodista que creen que es. Como los espíritus no les fueron propicios, uno de la familia hizo los fotomontajes (uno tan malo que el propio Íker finge que no existe) y se los mandaron a ver si les regalaba un libro dedicado o alguna otra reliquia o memento de similar valor. Cuando Íker decidió convertir el asunto en una más de sus seudoinvestigaciones, ya no se pudieron echar para atrás, y siguieron con la mentira, satisfechos de, al menos, poderle estrechar la mano a quien se considera una especie de Indiana Jones de Recoletos.

Es la historia del "engaño inocente" que se convierte en una bola de nieve, como ocurrió con las hermanas Fox, con las niñas que fotografiaron a "las hadas de Cottingley", con los niños de la "dermoóptica" y con muchos otros "fenómenos paranormales".

Nada tan complejo como convendría a la conspiranoia jimenezera, pues.

Y sin embargo, la "Nave del Embuste" del corsario Jiménez, el bajel del pariodismo y el misteriodismo sigue avante...
Con dos cojones por banda,
viento en popa a toda vela,
cualquier mentira nos cuela
un misteriólogo ruin.

... y cosechando atronadores triunfos entre la juventud española, para demostrar que es insumergible, incombustible, inmarcesible, imperecedero e impune a niveles alarmantes.

Los éxitos


Cuando uno dice que los mercaderes del ocultismo no han hecho nada por el mundo que los rodea, quizá uno está exagerando.

En los comentarios de vayatele.com que ya he recomendado, me encontré uno, que por cierto también se ha citado en LiveJournal, y que hace evidente que la influencia de Íker Jiménez Elizari sobre la sociedad en la que medra es mucho más trascendente de lo que algunos se imaginan.

El mensaje número 6 de ese artículo de vayatele.com, firmado por "tony" (así, en minúscula), dice a la letra (copio y pego):
Yo cada vez odio más y más la ciencia y todo lo que la rodea, y no por la ciencia en si, sinó por ese aire de arrogancia que muchos científicos tienen de “sólo la ciencia es verdad y el resto es mentira total”, yo a esa actitud, la llamo cienticismo.

¡Bien, Íker, lo estás logrando!

Es fácil suponer que "tony" es muy probablemente un joven de ésos que son tus fans y a los que tú, Íker Jiménez, les has enseñado que "muchos científicos" tienen la actitud de "sólo la ciencia es verdad y el resto es mentira total".

¡Triunfa la mentira, báilate una sardana a la salud del embuste, Íker!

¿Cuáles son esos "muchos científicos" que dicen tal tontería? Pues no existen, pero los han inventado los Íkeres Jiménezes, y los Brunos Cardeñosas y los Jotas Jotas Benítezes para presentarse ante el público como algo parecido a "héroes" que se oponen a un "establishment" poderosísimo y despiadado al que le arrancan la verdad para venderla a su público. Y el poderosísimo y despiadado "establishment" (Illuminati, Bildenberg, Priorato de Sión, el gobierno de EE.UU., todo el gran capital y otros malosos de película) ha reaccionado... ¡no haciendo nada! Ni los censura, ni les manda a las editoriales que no vendan sus libros, ni lanza cohetes tierra-aire contra los aviones en los que se consienten en business class mientras van de "investigación" en "investigación". ¿Es que el "establishment" les tiene miedo? ¡Es que son héroes!

(Añadido 12 horas después: Un científico que dijera que "sólo la ciencia es verdad y el resto es mentira total" debería ser, por ejemplo, alguien que negara que, en verdad, la estafa es un delito, ya que eso lo dicen las leyes, no la ciencia. Debería ser alguien que afirmara que es "mentira" que Casablanca sea una gran película, ya que ésa es una apreciación subjetiva. Debería ser alguien, pues, de una estulticia monumental.)

La raíz del comentario de "tony", compartido por muchos fans de Jiménez, está en unas declaraciones del propio negociante del ocultismo:
A mi determinado tipo de ciencia me la trae floja. Estoy harto de quienes consideran que lo científico y aprobado académicamente es todo. ¡Qué sandez!
Íker Jiménez

Pero, ¿quiénes consideran que lo científico y "aprobado académicamente" (a saber qué carajos signifique eso) "es todo"? ¿Cuáles son sus nombres, para pitorrearnos de ellos? ¿Dónde está esa ciencia y esos considerantes tan bobos?

Pues no existen.

¿Y qué importa eso, si Jiménez y su sindicato del cuento triunfan en el verdadero campo de batalla, que es la mente de los jóvenes, a los que logran imbuir el pensamiento mágico e irracional y el odio a la ciencia?

Felicidades a Íker Jiménez Elizari, a su señora esposa, a todos los miembros de su "maravilloso equipo" y a sus colegas del embuste concertado.

Están consiguiendo arrebatarle al menos a algunos jóvenes la posibilidad de usar la razón para entender y transformar su mundo, su sociedad y su realidad personal y colectiva. Los han adoctrinado para no ser racionalmente críticos y para creer que si alguien sale en los medios, se le cree sin dudar, sin titubear y sin preguntar y que sólo los misteriólogos son "buenos" en un mundo de "malos".

El único criterio de verdad de su mundo es el éxito mediático, económico, de ventas.

¡Felicidades!

Al final de esta historia, pese a los malos tragos en los que te metieron quienes no son (somos) nadie, debes estar orgullosísimo de tu labor, Íker.

Venga más. Seguro nos defraudarás... o al menos lo intentarás.